Un curso lleno de incertidumbre, con medidas insuficientes y falta de medios humanos y técnicos

 

    El pasado miércoles, 9 de septiembre, comenzaron las clases del presente curso 2020-21. La administración ha adoptado medidas positivas (envío de gel hidroalcohólico a los centros, reparto de mascarillas higiénicas, establecimiento de protocolos, creación de una plataforma educativa regional…) pero no suficientes, ni desde el punto de vista educativo ni desde el punto de vista sanitario.
Izquierda Unida Albacetecoincide con sindicatos, AMPAs, organizaciones estudiantiles, Marea Verde… en reivindicar una disminución radical de las ratios que asegure el necesario distanciamiento social (1,5 m.) y permita una atención personalizada al alumnado.
    En general, los sindicatos hablan de un máximo de 20 alumnos/as por aula.Eso exigiría una contratación masiva de profesorado que no se ha hecho. La Junta se comprometió a contratar 3.000 profesores nuevos, pero hasta ahora, según el STE, solo se han contratado unos 1.100 más que el año pasado.
   
    No sólo falta profesorado. Es necesario reforzar el personal de limpieza en los centros para asegurar la desinfección de los distintos espacios (mobiliario, zonas de tránsito, servicios…) e incorporar personal sanitario en los centros educativos. Hasta ahora, la responsabilidad de llevar a cabo un primer “diagnóstico” de posibles casos de Covid-19 recaerá en los profesores/as sin experiencia en el ámbito de la salud.
   
    También es urgente dotar a las aulas de recursos telemáticos que permitan la impartición de clases on linecon un mínimo de calidad ante un escenario de confinamiento parcial o total. En relación con esta cuestión, la Consejería ha elaborado un Plan de Digitalización que contempla la distribución de 2.000 cámaras, 44.000 portátiles, etc., pero hasta ahora la mayoría de los centros no se han beneficiado de esos equipamientos.
   
     Además, el sector educativo reclama información sobre cómo y en qué se van a invertir los 2000 millones de eurosno reembolsables que el Gobierno ha destinado a las Comunidades Autónomas con el fin de que refuercen el sistema educativo.
   
    En general, el arranque de curso se está viendo afectado por ciertos problemas de fondo, que se han cronificado y se han visto agravados por los efectos de la pandemia:
   
    Los recortes llevados a cabo por el gobierno de María Dolores de Cospedal debilitaron enormemente la educación pública: fueron expulsados del sistema más de 5.000 profesores/as y las ratios se elevaron hasta extremos insoportables (30 alumnos en Primaria, 36 en Secundaria y 40 en bachillerato).
   
    Tras cinco años de gobiernos de Page, se habían experimentado algunos progresos pero no los suficientes para revertir la situación anterior. Por ejemplo, durante el curso 2019-20 la ratio seguía siendo de 36 alumnos/as en 3º y 4º de ESO y de 40 en Bachillerato.
   
    Se ha visto una imprevisión y lentitud incomprensibles a la hora de anticipar situaciones problemáticas. Después de todo un verano en que los datos de la pandemia empeoraban día a día en nuestro país, a principios de septiembre la administración aún no había establecido los cupos y seguía “racaneando” profesores a los centros.
   
    Finalmente, si de momento el curso está comenzando con cierta normalidad, se debe en gran parte a que los equipos directivos han hecho un auténtico “encaje de bolillos” para distribuir los grupos en los distintos espacios del centro, y a que el profesorado está dispuesto a ejercer su profesión en condiciones de extrema dificultad. Pero todo ello en un ambiente de profunda incertidumbre.